La procrastinación, "palabro" raro pero que resume "el arte de dejar las cosas importantes para mas tarde u otro día... " aparece cuando se pierde la motivación o la orientación que te lleva a alcanzar tu propósito y/o metas. Lo hemos vivido últimamente con el confinamiento y muchos clientes me han contactado por este motivo; al principio del confinamiento, durante la primera semana fue algo así como la “novedad”, una experiencia que ponía a prueba nuestra capacidad de reacción frente a nuestra rutina de vida; todo fueron grandes intenciones, parecidos a los propósitos de cada nuevo año “haré ejercicio”, “vigilaré mi dieta”, “aprovecharé para formarme", “me levantaré temprano…”, y un largo etc..; en estos momentos, y cuando el confinamiento o semi confinamiento y la incertidumbre es un contínuo, empiezan a aparecer en determinadas personas, síntomas de desmotivación por no adaptarse y cumplir con esa nueva rutina a esos deseados hábitos; abocados a una especie de “bucle” que impide cumplir con los deseos de uno, afectando negativamente a la propia autoestima, bombardeando el "buen autoconcepto", añadiéndolo a la lista de "incapacidades aprendidas" (M.Seligman) y finalmente haciendo perder la ilusión y en consecuencia, la automotivación; entonces realmente uno se da cuenta de que sí, ¡simplemente eran deseos!, y más allá del “genio de la lámpara mágica de Aladino” que es el único que podría hacer que se cumplieran sin mayor esfuerzo, nos encontramos en una realidad que sin duda, ¡ hemos de resolver!.
¿Cuál es la fórmula entonces que debemos aplicar para que esos deseos sean una realidad?
Como siempre, no hay una sola fórmula para arreglarlo todo, pero sí os puedo dar unas recomendaciones que aplicándolas, nos pueden desvelar esas “pistas” que nos ayuden a salir del “bucle maléfico”.
Voy a hacer referencia a los Cuatro factores más comunes con lo que me encuentro, los que os impiden emprender la acción; ¡te animo a que los analices y detectes cuáles son! en base a:
- Factores Organizacionales; falta de herramientas de organización, en función de las dominancias en los patrones mentales de cada persona, me explico; si eres una persona metódica te servirán herramientas como Trello, Asana, Mywoork, Matriz de Eisenhower, etc.., pero si no lo eres no te quedes ahí, tendrás que buscar qué herramienta tiene sentido para ti o bien diseñarla, crearla y ajustarla a aquello que sí crees que te va a ser útil. Yo me inventé “la mancha y la estrella”, ¿Cuál será la tuya? ¡Te animo a que la diseñes si todavía no la has encontrado! La organización y la priorización te ayudará a conseguir aquello que quieres, paso a paso. Puedes darle un vistazo a la metodología Kaizen, y las 5 S' https://es.wikipedia.org/wiki/5S , proceso de mejora continua.
- Factores psicológicos; aquí se trata de averiguar cuáles son vuestros patrones de pensamiento, es la forma en la que pensamos y que hace que nos impida traccionar; ¿Cómo te hablas?¿qué te dice tu diálogo interno?; aquí se trata de “cazar” a tu “saboteador”, aquella vocecita que te está diciendo “ni lo intentes, sabes que nunca cumples” “no le des mas vueltas, siempre fracasas y no vale la pena volver a intentarlo” “ya no puedes más, esto es insoportable” “ya vendrán tiempos mejores…” etc…, un sinfín de distorsiones cognitivas (Ellis y Beck) cuya forma para salir de ellas es ponerlas en perspectiva y reconsiderar esas evidencias; te recomiendo que las escribas en tu learning diary, tomes perspectiva de ellas y busques reformularlas con evidencias y orientación a la acción; un ejemplo sería “ni lo intentes, sabes que nunca cumples” y la reformulación en perspectiva sería preguntarse: “¿nunca, nunca, nunca?” (distorsión cognitiva de sobre generalización) ¿Cuándo sí he intentado algo y he cumplido? ¿Cómo lo hice en ese momento?¿cómo lo relacionaría con esta tarea actual? Y a partir de ahí concluir en “en otras ocasiones lo he intentado y he cumplido, ¿por qué no va a ser ésta una de ellas?”. Aquí te puede ayudar la proactividad y apuntarte a una sesión conmigo, ¿a qué estás esperando?
- Factores motivacionales: Si estás ahí, te falta una alineación con el propósito, con el ¿Why? que nos cuenta Simon Sinek (https://youtu.be/u4ZoJKF_VuA). ¿Por qué estás haciendo lo que estás haciendo? Es la parte emocional, aquello que te mueve (emoción: del latín “emotio” – impulso, movimiento). Responde a esa pregunta y conecta con ello; si tu respuesta es ¡justo eso es lo que no sé! entonces es que no estás viendo las cosas con perspectiva ni tomándote en serio la reflexión que debes hacer; no mires solo a tu ombligo, sino que mira también qué y quién hay a tu alrededor (compromiso con las personas que están detrás de esa inversión en tu aprendizaje, compromiso con tu equipo que espera tu aportación de valor en la experiencia de aprendizaje, compromiso contigo mismo/a); toma conciencia y date cuenta de que estás volviendo a caer en el factor antecesor; tendrás que bucear algo más y conectar con ese “clic” emocional que te ponga en marcha. Tienes recursos a tu alrededor que te pueden ayudar, solo tienes que “levantar la vista” y permíteme que te de un consejo “la acción cambia la emoción”, así que muéstrate proactivo y verás como encuentras aquello que estás buscando.
- Factores de visualización, medición y control: Aquí se trata de que diseñes e implementes una herramienta de visualización que te ayude a ver tu evolución y tus progresos. Se trata de medir tu evolución y premiarte un día a la semana con un “capricho” o algo que realmente te haga ilusión, lo puedas hacer y que en definitiva, sea un “premio” o “recompensa” por tu progresión y aprendizaje en el nivel de autoexigencia, autodisciplina y compromiso. Esta herramienta te servirá para llevar ese “control” y motivarte día a día para conseguir alcanzar tu propósito. Una herramienta que te propongo está basada en tres de las cinco dimensiones principales; estas son: “física-psicológica-emocional”; Física (healthy life): ¿Cuáles son tus objetivos diarios? Visualízalos de forma que cada día pongas tus retos y puedas ver día a día cómo estás acercándote a ellos, Psicológica: haz una reflexión diaria para cristalizar tu aprendizaje en base a lo realizado (20 mins.), ver qué te ha ido bien, que no y qué puedes mejorar con ese aprendizaje y finalmente, Emocional: detecta cuáles son tus emociones día a día, éstas son señales informativas que te están advirtiendo de algo y además, están influyendo en tu estado de ánimo; aprende a detectarlas, ser consciente de ellas y encuentra a través de tu “buscador habitual” información sobre ella: ¿de qué te están informando?. Incrementa y entrena la práctica de la Inteligencia Emocional y verás como aprenderás a gestionar las emociones en lugar de que éstas te gestionen a tí. Contacta conmigo y adquiere una sesión para iniciar un nuevo camino o directamente adquiere el programa mensual de Autolidérate con Inteligencia Emocional y aprenderás una nueva forma de vivir tu vida.
Ahora solo queda que implementes las herramientas, pases el filtro de los cuatro factores y detectes, ¿Cuál de ellos o cuáles de ellos te están impidiendo tu proceso de desarrollo en tiempos de confinamiento? O a caso … no es sino un buen momento para parar, tomar conciencia y ¡darle al “play”! No lo demores más:
Aquí te dejo una sabia frase, ahora ¡Tú decides! “Muros o molinos”:
Ignasi Bassas
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