Podría atreverme a decir que la mayoría de las personas saben y son conscientes de que los cambios forman una constante en nuestras vidas, pues ya desde el año 500 a.c. lo decía Heráclito de Éfeso “Panta Rhei kai ouden Menei” (todo fluye, todo cambia nada permanece).
No obstante y ya en la actualidad, los avances de la sociedad propician que esos cambios sean mucho más rápidos que antes e incluso de lo que uno/a se espera, por lo que sin duda es necesario y casi imprescindible, no sólo conocer qué es la Inteligencia Emocional, sino entenderla y ponerla en práctica. Como muchos otros conceptos, no pueden ni deben quedarse sólo en teoría puesto que la IE es práctica, práctica y más práctica, es un “learning by doing” constante.
Cuando formamos parte de un equipo, al igual que nuestros compañero/as de viaje, debemos saber manejar nuestras relaciones interpersonales para conseguir un buen clima de trabajo basado en saber reconocer las emociones y sentimientos de los otros, la llamada empatía, y a su vez saber comunicar y comunicarse de una forma adecuada, la asertividad, conceptos ambos que trabaja la inteligencia emocional y que quedan recogidos en los conceptos de conciencia social y habilidades sociales. Bajo mi experiencia profesional, las empresas son cada vez mas conscientes de la necesidad de implementar estas habilidades, a través de programas donde se trata de dar a conocer e implementar las denominadas “Competencias Emocionales ejecutivas”, cuyo fin trata de conseguir el anhelado “buen rollo” y la importancia de estas habilidades y competencias en sus equipos cuyo objetivo es conseguir una clara y evidente mejora en los resultados. Atrás quedaron las selecciones de personal para empresas o socios, basadas únicamente en el cociente intelectual curricular del aspirante, pues la experiencia y así mismo las estadísticas trasladan que “el 80% de los despidos son debidos a la ausencia o carencia de Inteligencia Emocional” es decir, la “incapacidad” de saber relacionarse en la forma adecuada. Gracias a la mayor conciencia sobre la importancia y necesidad de la IE, cada vez más se están implementando y desarrollando programas de aprendizaje en pro del conocimiento y la práctica de la IE en el ámbito pedagógico y profesional. ¡No levantemos pues, “el pie del acelerador!”.
DINÁMICA :
Primer ITEM para la práctica de la IE en equipos, el Autoconocimiento. Cuando trabajamos la primera de las opciones de la IE, dentro del ámbito personal-profesional-equipos, una de las bases fundamentales está relacionadas con aquello que conocemos de nosotros y del entorno con el que nos relacionamos, en este caso el equipo. Una de las acciones orientadas a entender y avanzar este concepto es tratar los valores y cómo éstos influyen en nuestro comportamiento que a su vez se unen en los valores comunes del equipo. Determinar la relación de nuestros valores con los valores del equipo genera unas pautas de comportamiento como base para el uso de esas preferencias orientadas a la toma de decisiones. La determinación de los valores se puede ejecutar a través de dinámicas que muestren la preferencia de los valores, de tal forma que se establezca una sesión de diálogo dándole el significado específico a los valores comunes, creando un marco de referencia donde este significado sea claro, entendido, aceptado y a su vez respetado por todos los miembros del equipo.
Te propongo una dinámica muy simple: pídele a tu equipo que, de forma individual, cada uno/a dibuje en 1 minuto una mesa. Verás como cada uno ha dibujado una mesa diferente, unos la han hecho redonda, otros cuadrada, otros rectangular, alta, baja, patas redondas, cuadradas, etc... otros han puesto cuadros alrededor, decoración encima, etc... ; la palabra es igual para todo/as "mesa" y estamos hablando del significante y no del significado. Como cada uno es "hijo de su padre y de su madre", el concepto del significado de las cosas aún bajo la misma palabra, adquiere un resultado diferente.
Hay un paralelismo claro en esta dinámica con respecto a los significados y las "realidades perceptivas" distintas y cada uno/a con la suya, que hacen que tengamos problemas en entender y/o comunicarnos con los demás. Cuando hablamos en los equipos de valores y éstos no funcionan, sin duda es por falta de atender a un significado común; el famoso valor del "compromiso" tiene que tener un significado y no quedarse en el significante, porque es sólo a partir de ahí cuando alguien puede considerarse una persona comprometida o no, pues atiende al significado que se ha consensuado en el equipo. Así pues, en adelante y para entender mejor la comunicación, te animo a que en tus conversaciones, trates de matizar y concretar el significado de las palabras que, aún suponiendo lo que significan, vale la pena matizar un significado consensuado y común. Si quieres incrementar tu inteligencia emocional, adquiere una de mis sesiones y podrás ver si la ausencia de ella te está causando problemas en la forma en la cual te comunicas y te relacionas contigo, con los demás y/o con la vida. https://www.ieicoach.com/book-online
“Los valores no son tan importante por lo que son, sino por lo que pueden llegar a
significar”
Muchas gracias,
Ignasi Bassas
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