Estas últimas semanas he oído en varias de mis sesiones la frase "¡La vida no me da!" o "no atrapo el tiempo"; esto me ha hecho pensar y reflexionar para trasladaros hoy la diferencia entre el "Tiempo y el Tempo", así como ligarlo con la corriente filosófica actual impulsada por uno de mis hermanos Xavier Bassas (https://www.cccb.org/ca/participants/fitxa/xavier-bassas/47410) , Dr. en Filología francesa y Filosofía por la Universidad de la Sorbona-París e impulsor del "Instituto del T:empo Suspendido" https://institutodeltiemposuspendido.es/complices/ . En algunas de nuestras conversaciones de mesa, aparecen los términos "Cronodiversidad y Crononormativismo"; ambos conceptos referentes al "sometimiento" del tiempo y las "normas" impuestas en base a éste.
Aterrizándolo a la vida, podría considerar que guardan una estrecha relación con dos estilos de vida que a menudo trato de promover y convertir en mis clientes, pasar de una "vida mecanicista" a otra referida a la libre elección de una "vida más orgánica", que mas tiene que ver con el "tempo" que con el "tiempo".
Es claro y evidente que en todas las personas existe un ritmo, lo que podríamos denominar un "tempo", palabra que se extrae de la música y que hace referencia a la velocidad en que se reproducen los patrones de la música y que se incorporó por parte de los compositores tomando como referencia la media de las pulsaciones humanas (80). De esa forma existen diferentes tempos en función de las piezas musicales para darle un sentido de mayor profundidad y compás a las obras, tomando como ejemplos los tempos Grave (muy despacio), Larghetto (despacio), Adagio (lento-cómodo) y Andante (pausado); si cambiamos los tempos, la obra cambia y transmite otro ritmo que nada tendrá que ver con la pretensión del compositor.
En la vida se demanda un ritmo, el cual está sometido a un tempo, pero no todo tempo converge con un tiempo, me explico, no se puede tratar de tocar la pieza de una obra con su tempo en menos o más tiempo del que esta precisa, desvirtúa la composición.
Es por ello que cuando "la vida no nos da" es una llamada a nuestro "tempo" que sin duda es el tiempo que necesitamos para poder reproducir en nuestro día a día nuestra mejor melodía, demandándonos unos espacios mas larghettos, adagios o andantes.
El término "Cronodiversidad" podría decirse de forma metafórica que procede de la adaptación de las diversas "composiciones" de la melodía en cada ser humano y hace referencia a la necesidad de disfrutar de cada día con la melodía necesaria mas allá del "Crononormativismo", es decir, el sometimiento del "tempo al tiempo".
No cabe duda que es decisión y responsabilidad de cada uno el hacer que su melodía suene y sea mejor día a día, demandando un entrenamiento y un proceso con herramientas que le faciliten una mejora en las gestión de sus "tiempos" (ej.: matriz de S. Covey) y de la misma manera, una herramienta que le facilite la mejora en base a sus "tempos"; para ser mas claro os voy a mostrar una herramienta muy útil y sencilla que hace ya algún tiempo utilizo personalmente y que he mostrado a muchos de mis clientes que utilizan con satisfacción en sus agendas día a día.
Se trata de, además de saber priorizar lo importante y lo urgente, utilizar un espacio de nuestro calendario diario donde dejaremos "el t:empo suspendido" para poder conectar con nuestros "tempos", de forma que nos separaremos de la "crononormatividad" y nos dedicaremos a nosotro/as durante ese breve pero satisfactorio espacio de "tiempo".
De igual manera que tenemos en nuestras agendas algo parecido a "9-11h. reunión con cliente X" de "11 a 13h. desarrollo del proyecto Z", y así toda nuestra agenda hasta las 19.00/20.00h o más … donde ya con mas tranquilidad decidimos volver a casa con un montón de información en nuestras cabezas, tratando de hacerle frente al agotamiento y donde además se precisa de "tiempo" para la familia, para uno mismo/a, etc.., (sin olvidar que al día siguiente el calendario tendrá una composición similar al del día anterior...), tendríamos que incorporar también un espacio de t:empo, "preferiblemente" entre las 13.30h/14.00h (20/30 mins.), donde utilizaremos con rigurosidad (como si de un compromiso con un cliente se tratara) un espacio para adaptarnos a nuestro t:empo y disfrutar de ese momento para uno/a mismo, (aprovechar ya que las empresas hoy están hablando e incorporando el término wellbeing) ya sea un breve paseo por la calle, socialización, relajación, dibujar, lectura, música o lo que sea que a uno/a le haga fluir y reconectar con su "tempo", aquel que hace que disfrute del flow, de la melodía y del ritmo de su vida, para hacer que esta no esté sometida al "tiempo" y/o a la productividad (sociedad capitalista), sino al "t:empo" de uno/a para poder hacer un "stop&go", bajar al ritmo de las pulsaciones a "Adagio" (lento-cómodo), preparándose para la comida y el ritmo adecuado para su disfrute y una vez retomado el "t:empo", afrontar la agenda de la tarde para poder llegar a casa con la familia o a donde uno vaya, con la fuerza, calidad y energía necesaria habiendo disfrutado y convertido el ·tiempo" en su "t:empo".
Como verás es una herramienta útil y sencilla que demanda rigurosidad en su aplicación día a día, y de esta simple pero eficaz forma te puedo asegurar que aplicándola vivirás más tu propia vida, te alejarás del "crononormativismo" impuesto, facilitando en tí una sensación de mayor libertad y calidad de vida personal.
Ahora ya lo sabes, se responsable contigo mismo/a y practica la "cronodiversidad" pues a estas alturas de la vida, ya tienes experiencia suficiente para saber cuál es tu "t:empo", la melodía que precisas y la que te gusta y quieres oír.
Espero que te haya aportado valor y no olvides, si quieres mas información contacta conmigo.
Muchas Gracias,
Ignasi Bassas
(aka Ranger)
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