Hoy, ordenando algunos de los libros de la habitación de una de mis hijas, me han venido a la memoria las aventuras de esos héroes del mundo del comic, cómo disfrutábamos con ellos, y como tratábamos de emular sus aprendizajes en todas nuestras hazañas, sin gran importancia entonces pero de gran relevancia para la construcción de nuestras creencias, principios y valores. Repasándolas y llevándomelas al mundo del emprendimiento, razones profesionales que trabajo día sí y día también, he encontrado algunos de sus principios que metafóricamente están relacionados y son imprescindibles para el emprendedor del ayer, del hoy y del mañana.
Si empezamos con Tintín (G.Remi -Hergé- 1929), nos lleva a unos valores y principios fundamentales para el emprendedor, que son la curiosidad (el secreto del unicornio, la estrella misteriosa, las 7 bolas de cristal, etc..), una visión como ciudadano global (tintín en América, tintín en el Congo, tintín en el Tíbet, etc..) y un learning by doing que le hace inmiscuirse en todo tipo de intrépidas aventuras y a partir de ahí relacionarse y crearse una red de contactos (networking – El general Alcázar, el General Tapioca, Rackham el rojo, Chang, etc..) y rodearse de un equipo cercano como Milú, un fiel compañero que en más de una ocasión le “salva el pellejo”, el famoso capitán Hadock, carismático y pragmático, que le ayuda a aterrizar a Tintín cuando éste “hace castillos en el aire”, y como no, el profesor Tornasol, despistado y excéntrico, pero un staff al que se puede recurrir por su gran afición creativa y dotes innovadores.
Por gran afinidad al mundo del cowboy, seguiría con Lucky Luke (Morris -1946), el vaquero más rápido del oeste, valiente y dotado de un carácter afable y tranquilo pero con una alta capacidad de reacción en la toma de decisiones (“más rápido que su sombra), digno de todo líder (relacionado con el equilibrio entre la adrenalina y el cortisol), con alta sensibilidad para evitar y/o resolver conflictos, incluso los provocados por sus adversarios mas directos, los famosos “Hnos. Dalton”, pudiendo ser éstos metafóricamente hablando, los endogrupos “haters” o liderazgos informales perjudiciales de muchos equipos de trabajo. Caracterizado por ser mediador de la justicia y así mismo colaborador en el cumplimiento de sus leyes (marco normativo). Siempre cuida y ejerce un liderazgo de confianza a su mas cercano colaborador y partner, su famoso caballo Jolly Jumper, en una relación de confianza mutua y recíproca de intercambio, donde el uno cuida del otro en todos y cada uno de sus proyectos, viajes y aventuras que al igual que al emprendedor/a, la vida les depara.
A continuación el siguiente sería Asterix (R.Goscinny/A.Uderzo -1959), un galo de valores firmes y de legendaria astucia; vela constantemente por el bienestar de su comunidad y cultura (empresa/equipo/cultura organizacional), defendiendo su último bastión y reducto de la Galia contra el imperio romano, por pequeño que sea, y al igual que Tintín, su perseverancia y espíritu aventurero le ha llevado a conseguir grandes retos por todo el mundo, incluida la medalla de oro en “Asterix en los juegos olímpicos”. Pero quisiera destacar el valor metafórico fundamental de Asterix en el mundo del emprendimiento y es, sin lugar a dudas, su famosa cantimplora donde guarda la fórmula secreta de su pócima mágica. Ese elixir que bebe cada vez que lo necesita, cuando avista dificultades, cuando los obstáculos parecen inexpugnables, aportándole una seguridad y confianza que le hace indestructible (Autoliderazgo), capaz de enfrentarse a cinco, diez o toda una legión de romanos en todas y cada una de sus aventuras; ese elixir es el que le conecta con su propósito y le hace más fuerte, es el elixir de la pasión, la pasión necesaria que requiere todo emprendedor/a para enfrentarse a la complejidad del mercado y de sus competidores. Con él trasciende a su propia persona, superándose a sí mismo y conectándolo con un “Why” (S.Sinek) que le hace imparable. Símbolo de la resistencia a la imposición, al cuestionamiento de las leyes anticuadas y a los monopolios; ¿no os suena como reivindicación generacional?
Finalmente, y no por ser la última la menos interesante sino por guardar un orden cronológico, tenemos a Mafalda (Quino -1964), obstinada por cambiar y hacer un mundo mejor, con grandes dosis de aspiraciones idealistas y utópicas pero contrariada y pesimista por las dificultades el contexto. Sus comentarios e ideas reflejan y se muestran como un altavoz por las inquietudes político-sociales y la superficialidad con las que se tratan. Rodeada de todos sus amiguitos/as que bien podrían relacionarse con los diferentes caracteres de muchos de los equipos de jóvenes emprendedore/as. Ha sido y es una inconformista que le hace tener esa capacidad de romper paradigmas, muy necesarios para la evolución la creatividad y la innovación.
Espero os haya hecho conectar con esos constructos creenciales, de valores y principios de vuestra infancia y juventud y os haya aportado unas dosis emocionales de buenos recuerdos que, sin lugar a dudas, perduran hoy en vuestro carácter y en vuestra forma de ser; recordarlos y contárselo a otros que quizás, por edad, no hayan podido acceder y disfrutar de sus aventuras, y si los habéis olvidado, entonces os invito a que cojáis y/o recuperéis de nuevo cualquiera de los libros y protagonistas que mas os haya emocionado y conectéis de nuevo con sus valores y principios para seguir “cabalgando por las aventuras del emprendimiento” que no dejan de ser, sin más “ las aventuras de nuestras vidas”; ah! Y para finalizar: ¿Con quién te has sentido más identificado/a?
Gracias,
Ignasi Bassas
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